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Los motivos son infinitos porque obedecen a las necesidades de cada persona. Viajamos para cambiar nuestra rutina por aventura, para escribir nuevas historias, para conocer nuevas culturas, nuevas personas y tradiciones que no sabíamos que existían, para descubrirnos a nosotros mismos, para conocer nuestros propios límites o para ampliarlos.

Para crear nuevas experiencias y por la adrenalina, por placer, descubrir y redescubrir. Porque este mundo es demasiado grande para que pasemos nuestro tiempo en un solo lugar, porque no es un simple viaje es un recuerdo para toda la vida ¡Simplemente se viaja porque sí!

“Nómada fui cuando de pequeña soñaba contemplando las carreteras; nómada seguiré siendo toda mi vida, enamorada de los cambiantes horizontes, de las lejanías aún inexploradas, porque todo viaje, incluso en las regiones más frecuentadas y más conocidas, es una exploración” Isabelle Eberhardt.

Explorar el legado extraordinario que el Perú posee, es como abrir un cofre lleno de maravillas, en el cual encontraremos vestigios de civilizaciones milenarias: Chavín, Paracas, Mochicas, Chimús, Tiahuanacos, Incas entre los más representativos con sus monumentales y ciclópeas edificaciones de complejos arqueológicos, que son tesoros invaluables para la humanidad.
También encontraremos un mundo natural de incomparable Mega-biodiversidad, que en sus Parques Nacionales y Zonas Reservadas alberga la mayor variedad de animales y plantas que ninguna otra región del mundo posee, convirtiéndose así, tal vez en el último refugio de las especies y por qué no decirlo, del hombre. A través de un corte longitudinal imaginario que empieza en la costa y acaba en las fronteras con Bolivia y Brasil, nos muestra la gradación de hábitats y las singularidades de los diferentes pisos ecológicos: el mar, el desierto, las lomas y los ricos valles, las punas y las grandes cimas con nevados permanentes y después hacia el otro lado, dominada por zonas tropicales, la diversidad grandiosa en donde la vida ha llegado a su manifestación suprema.

En Perú, aún existen comunidades nativas que conviven en armonía con la naturaleza, quienes respetan sus ciclos de reciclaje natural; estos habitantes auténticos del planeta que viven en forma casi primitiva, pero felices de estar en contacto directo con la naturaleza, se resisten valerosamente entregarse a la devoradora civilización, que en aras del progreso parece estar predestinada a destruir a la madre tierra. Es pues responsabilidad de todos, salvaguardar estos tesoros, que son un legado para la humanidad
Así es Perú, ¡Sal y descúbrelo!